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Rosenthal de la Puente High School, Peru

Peace and the environment (espanol)
Год создания: 2000

PAZ Y MEDIO AMBIENTE

Introduccion
Como proceso objetivo, la actual globalizacin representa una nueva etapa en la evolucin econmica, poltica y social a escala planetaria, que expresa el accionar de leyes y tendencias objetivas del funcionamiento del sistema capitalista. Este proceso revela un nivel nuevo y superior de desarrollo de las fuerzas productivas, que supone el despliegue de un nuevo patrn de acumulacin capitalista. En cuanto a su contenido econmico, poltico y social, la actual globalizacin descansa bsicamente en un proyecto de corte marcadamente neoliberal, a travs del cual los principales crculos de poder a nivel mundial -grandes corporaciones transnacionales, gobiernos de pases altamente industrializados, y organizaciones internacionales que representan los intereses de los agentes antes mencionados- pretenden imponer, a escala global, sus polticas macroeconmicas, sus criterios acerca de la organizacin poltica de la sociedad, las normas y principios para la regulacin de las relaciones internacionales y un determinado sistema de valores La globalizacin se caracteriza por la gran velocidad de los cambios; la internacionalizacin y la tendencia a la homogeneizacin y uniformizacin en algunas esferas; su carcter contradictorio; y sus diversas dimensiones: tecno-econmica, comercial, financiera, poltica, social, cultural y ambiental, entre otras. En las ltimas dos dcadas el tema ambiental ha ganado espacio de forma creciente, tanto en los foros acadmicos como en el proceso de toma de decisiones en diversas partes del planeta. Desde mediados del decenio del 80 se asiste a un proceso de internacionalizacin del debate en torno al vnculo entre medio ambiente y desarrollo, que tiene importantes dimensiones polticas, econmicas, tecnolgicas, comerciales, financieras, sociales y humanas. En este contexto, el debate en torno a la relacin entre comercio y medio ambiente, y sus implicaciones para los pases subdesarrollados ocupa un lugar central. En el debate acerca de la relacin entre comercio, crecimiento econmico y calidad ambiental existen dos posiciones extremas. De un lado, se ubican los que suscriben la idea acerca de un condicionamiento casi automtico de la calidad ambiental con respecto al crecimiento econmico y de este, a su vez, en relacin con la liberalizacin comercial. As, los defensores de esta posicin abogan por la liberalizacin comercial global a ultranza; subestimando, incluso los muy desiguales niveles de desarrollo econmico entre los distintos pases. De esta manera se tienden a absolutizar los beneficios del "libre comercio", en trminos de elevacin de la riqueza material, una ms rpida difusin de las tecnologas ambientalmente idneas, mayores recursos destinados a los presupuestos ambientales, entre otros. En el otro extremo se ubican los que tienden a absolutizar los efectos ambientales negativos que se derivan del "libre comercio"; y abogan por la adopcin de medidas unilaterales con el propsito de disminuir la degradacin ambiental. Los que sostienen la defensa a ultranza del "libre comercio" asumen que el crecimiento econmico en un pas de bajos ingresos conduce, en el corto plazo, a una mayor degradacin ambiental, pero luego de alcanzarse cierto nivel de ingreso per cpita, tienden a mejorar las condiciones ambientales con el crecimiento econmico. Vale apuntar que en esta lgica de anlisis subyace la idea de que el crecimiento econmico tiene que alcanzarse antes de que se acte para proteger el medio ambiente; y la sugerencia de que la liberalizacin econmica/comercial y otras polticas de crecimiento econmico podran sustituir a las polticas ambientales. En medio de esta polmica, el punto de vista ms acertado no es precisamente el que busca elegir entre comercio y crecimiento econmico, de un lado, y calidad ambiental, del otro; sino el que busca establecer diferencias entre una modalidad de comercio y crecimiento econmico, basada en una visin cortoplacista, que se traduce en serios daos ambientales; y un enfoque comercial, con una perspectiva de largo plazo, que contribuya al crecimiento econmico sobre bases sostenibles. Las polticas de liberalizacin comercial y las ambientales no slo debieran complementarse sino tambin reforzarse mutuamente. Teniendo en cuenta los requerimientos globales para avanzar en materia de desarrollo sostenible, en el plano comercial se impone la necesidad de desmantelar las barreras al comercio internacional, tanto arancelarias como no arancelarias, as como otras prcticas comerciales desleales llevadas a cabo sobre todo por los pases desarrollados. Cabe mencionar, por ejemplo, que las subvenciones a la agricultura en la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico (OCDE) ascienden a 350 mil millones de dlares, cifra que duplica el valor de las exportaciones de los pases subdesarrollados, segn clculos de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Por un lado, estas prcticas proteccionistas acentan el deterioro de los trminos de intercambio de las naciones ms vulnerables econmicamente y tienden a frenar el acceso de los pases subdesarrollados a los mercados mundiales, con lo que se reducen significativamente las opciones de desarrollo sostenible de estos pases. Para las economas subdesarrolladas, altamente dependientes de las exportaciones de materias primas, el deterioro de los trminos de intercambio suele traducirse en mayores presiones sobre los recursos naturales y el medio ambiente. Cabe recordar que en los pases ms pobres los productos bsicos han llegado a representar ms del 90% del valor total de las exportaciones. Por otro lado, muchas de las prcticas proteccionistas de los pases desarrollados tienden a reforzar la erosin del medio ambiente en los propios pases que las aplican; as por ejemplo, los subsidios agrcolas que establecen los pases de la OCDE contribuyen a intensificar el uso de reas de cultivo que no resultaran atractivas con fines agrcolas en ausencia de tales subsidios. Muchas veces la tesis del desarrollo sostenible ha sido empleada como pretexto por algunos pases desarrollados para justificar la adopcin de medidas proteccionistas contra otros Estados. Un ejemplo en este sentido es el embargo atunero, decretado en mayo de 1991 por EE.UU. contra las exportaciones de Venezuela, Mxico y las Islas Vanuatu, basado en la Ley de Mamferos de EE.UU. Este embargo fue declarado ilegal por el GATT y se ha sealado que la prohibicin de importar atn no persegua tanto defender a los delfines (pretexto empleado) como a la flota pesquera de los EE.UU. en tanto la medida estaba referida slo a la parte de los mares donde no operaba la flota de ese pas. Mxico se vio obligado, en la prctica, a cambiar sus mtodos de pesca atunera debido a su incorporacin al Tratado de Libre Comercio de Norteamrica (TLC). En materia de transferencia de tecnologas, debe recordarse que histricamente una de las vas de exportacin de contaminacin desde el Norte industrializado hacia el Sur subdesarrollado ha sido la transferencia de tecnologas ineficientes y contaminantes, que han contribuido a la difusin de patrones de consumo y de funcionamiento econmico derrochadores de materias primas y de energa en los pases receptores. Esta tendencia llega hasta nuestros das. En lo referido a la transferencia internacional de tecnologas ambientalmente idneas, el requerimiento de un mayor acceso de los pases subdesarrollados a los nuevos adelantos tecnolgicos choca con las nuevas estrategias corporativas y las actuales polticas comerciales de los pases industrializados, que tienden a imponer normas ms estrictas y uniformes para la proteccin de la propiedad intelectual, como ha quedado demostrado en las negociaciones comerciales multilaterales conducidas a instancias de la OMC. En este contexto, resulta necesario el desarrollo de capacidades tecnolgicas endgenas en los pases subdesarrollados, a los efectos de reducir la dependencia de las tecnologas importadas y dar solucin a determinados problemas que sean propios de esos pases, para los cuales no existan tecnologas disponibles en el exterior. Especial atencin debe brindarse a las posibilidades de fomentar la transferencia de ciertas tecnologas ambientalmente idneas entre pases subdesarrollados, as como a la colaboracin Sur-Sur en materia de formacin de personal calificado, ampliacin de las capacidades de Investigacin y Desarrollo, entre otras reas. Con relacin a la generacin y difusin de tecnologas ambientalmente idneas, cabe apuntar que hasta el momento, a nivel internacional, se ha avanzado preferentemente en el desarrollo de tecnologas ambientales de fase final, destinadas a controlar la contaminacin o remediar el dao ecolgico; en lugar de dar mayor prioridad a aquellas tecnologas limpias orientadas a reducir significativamente (o eliminar) el dao ambiental, desde las primeras fases del ciclo productivo, lo que supone cambios significativos en los patrones de produccin y consumo. Segn algunas estimaciones de la OCDE, el mercado global de las tecnologas ambientales a mediados de los 90 era del orden de los 250-300 mil millones de dlares y la mayor parte de este monto corresponde al comercio de tecnologas de fase final. Tambin resulta preocupante que, en muchas ocasiones, el suministro de ciertas tecnologas a pases subdesarrollados se condicione a la aceptacin por la parte receptora de desechos peligrosos generados en pases desarrollados y que, supuestamente, podran ser utilizados como fuentes de energa o material reciclable. El incremento del costo de tratamiento de los desechos txicos en los pases industrializados (hasta unos 3 mil dlares por tonelada) ha estimulado la exportacin de desechos txicos de pases desarrollados a los pases subdesarrollados, donde se pueden enterrar sin tratar por unos 5 dlares la tonelada. En la actualidad existen cerca de 180 acuerdos multilaterales sobre medio ambiente, de los cuales unos 17 contienen disposiciones comerciales. En este sentido, se recomienda que las medidas que se adopten para resolver problemas ambientales, en lugar de ser unilaterales, se basen en el logro de un consenso internacional por la va de cooperacin multilateral, como se establece en la Declaracin de Ro de Janeiro sobre medio ambiente y desarrollo. Para dar seguimiento a los debates acerca del vnculo entre comercio y medio ambiente, en 1994 se estableci el Comit de Comercio y Medio Ambiente de la OMC. El objetivo bsico de este Comit es lograr que las polticas de comercio internacional y las polticas de medio ambiente se apoyen mutuamente. Diversos representantes de los pases desarrollados han expresado sus preocupaciones ante las posibles prdidas de competitividad, empleos e ingresos que puedan derivarse del traslado de empresas contaminantes a pases con legislaciones ambientales menos estrictas, tambin denominados "parasos de contaminacin". Mientras que las preocupaciones bsicas de los pases subdesarrollados estn referidas a las barreras comerciales que afectan a productos elaborados con normas ambientales menos estrictas; y a las medidas unilaterales de ciertos pases industrializados. En los ltimos aos se han reforzado las presiones de los pases industrializados sobre los subdesarrollados con respecto al modo en que estos ltimos deben utilizar sus recursos naturales. Para los exportadores del Sur uno de los principales retos del presente, para mantener o mejorar su capacidad competitiva internacional, es la rpida incorporacin en sus procesos productivos de las normas ambientales que rigen en los pases desarrollados que son sus principales mercados. En este contexto han proliferado distintas variantes de etiquetado ecolgico, sobre todo en los pases industrializados como Canad, Japn, los pases nrdicos, EE.UU., Nueva Zelandia, Australia, y la Unin Europea. As, por ejemplo, en la Unin Europea se han establecido sistemas de etiquetado a productos como textiles, madera tropical, papel y calzado. Para otorgar una etiqueta ecolgica se requiere hacer una evaluacin del impacto ambiental de todo el ciclo de vida del producto -"de la cuna a la sepultura"-. A estos programas se suman otros como las obligaciones de retorno de los desechos que generen determinados productos, las normas de reciclaje, envases y embalajes, etc., cuya aplicacin supone elevados costos para quienes intenten penetrar esos mercados cada vez ms sofisticados y exigentes. En este sentido, cabe mencionar, por ejemplo, que los costos de envase y embalaje pueden llegar a representar entre 5% y 50% del costo total del producto. Las normas internacionales de la ISO (Organizacin Internacional de Estandarizacin) tambin han sido ampliamente difundidas en los ltimos aos. La serie ISO 9000 est referida los sistemas de gestin de la calidad, mientras que la serie ISO 14000 se aplica a los sistemas de gestin ambiental. Estos sistemas de normalizacin son presentados como programas de carcter voluntario e informativo, que influyen tanto en los consumidores como en los productores. Debe tenerse en cuenta que la aplicacin de normas ambientales uniformes a escala internacional tiene el inconveniente de que no respetaran las legtimas diferencias entre los distintos pases con relacin a su grado de desarrollo, estructura econmica, niveles de ingreso, entre otras. Consecuentemente, se ha reforzado la incertidumbre con relacin al acceso futuro a los mercados de pases industrializados por parte de los exportadores de pases de menor desarrollo. La internacionalizacin del debate sobre medio ambiente y desarrollo ha coincidido en el tiempo con el auge del discurso y las prcticas neoliberales a nivel mundial. En estas condiciones, la idea acerca del "mercado verde", o sea la aplicacin de frmulas neoliberales para resolver los problemas ambientales, tambin ha cobrado especial auge en los ltimos aos. En aos ms recientes, se han debatido ampliamente diversas propuestas para aplicar nuevos mecanismos de mercado a nivel internacional como parte de las estrategias de respuesta ante los principales problemas ambientales globales. No obstante, an persisten importantes barreras tcnicas, institucionales, y polticas para su aplicacin. En el contexto de las negociaciones de la Convencin Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climtico, por ejemplo, los pases desarrollados, en un intento por eludir, al menos parcialmente, sus responsabilidades internacionales, han liderado los esfuerzos por generalizar la aplicacin de ciertos mecanismos de mercado a nivel internacional. El Protocolo de Kioto, de dicha Convencin, adoptado en diciembre de 1997, incluye tres de los llamados "mecanismos de flexibilidad", como instrumentos para hacer cumplir los objetivos de la Convencin, en lo referido al control de las emisiones de gases de efecto invernadero. Con relacin a la aplicacin de mecanismos de mercado a nivel internacional, es decir, entre pases con niveles de desarrollo tan dismiles, debe tenerse en cuenta que, en ausencia de un marco regulatorio adecuado, se erosionaran significativamente las ventajas potenciales que se les atribuyen a dichos mecanismos en materia de transferencia de tecnologas y de recursos financieros para el desarrollo sostenible. Los pases subdesarrollados deben sopesar adecuadamente las oportunidades y los retos que pudieran derivarse de la aplicacin de tales mecanismos de mercado a nivel internacional. Asimismo, en las negociaciones internacionales los pases subdesarrollados deben abogar por un marco regulatorio adecuado, de tal forma que las estrategias de respuesta ante los problemas ambientales globales aseguren los flujos de tecnologas ambientalmente idneas y de recursos financieros que se ajusten a los requerimientos del mundo subdesarrollado, tanto en el orden cuantitativo como cualitativo. Adicionalmente, esas estrategias de respuesta deben contribuir a modificar sustancialmente los patrones de produccin y consumo a escala internacional, teniendo en cuenta los distintos niveles de responsabilidad histrica de cada grupo de pases. Tras dos dcadas de aplicacin, de manera bastante generalizada, de modelos neoliberales en Amrica Latina resultan preocupantes los resultados econmicos, sociales y ambientales con que la regin se enfrenta al nuevo milenio. En el plano econmico, si bien se logr mejorar la dinmica del crecimiento, con relacin a la dcada perdida de los 80; la tasa media de incremento anual del PIB en 1990-99 fue de apenas 3.2%; es decir inferior al promedio de 5.5% registrado en 1945-80 y al nivel del 6%, estimado por la CEPAL como necesario para reducir los rezagos tecnolgicos y sociales. En el plano social, el nmero de pobres se increment hasta alcanzar un nivel rcord de 224 millones de personas al cierre de 1999; y en el plano ambiental se ha reforzado la vulnerabilidad de la regin. La evaluacin de la realidad latinoamericana ms reciente, permite hablar de la insostenibilidad e inviabilidad de los patrones de crecimiento econmico que se han adoptado en la regin, y de la necesidad de una profunda reformulacin de estrategias, basadas en criterios de desarrollo, equidad y sostenibilidad, que consideren los intereses de los sectores mayoritarios de la poblacin latinoamericana. En general, las polticas econmicas aplicadas en la regin en las ltimas dos dcadas, lejos de contribuir a repartir equitativamente los costos de la crisis y del ajuste entre los distintos sectores de la poblacin, han provocado un deterioro an mayor de la situacin de los estratos ms pobres. Este acelerado proceso de marginalidad y de transformacin de la marginalidad en exclusin, calificado por algunos autores como un proceso de apartheid social, tiene implicaciones ambientales altamente nocivas. En efecto, la pobreza ha sido identificada como una de las principales amenazas para un desarrollo ambientalmente seguro en Amrica Latina ya que la mayora (80%) de los pobres de la regin viven en reas ecolgicamente vulnerables. De esta forma, a la insostenibilidad econmica y social de la modalidad de desarrollo dominante a nivel regional, se suma la insostenibilidad ambiental, con lo que se cierra un crculo vicioso entre subdesarrollo, pobreza y deterioro ambiental. Amrica Latina, con el 8.4% de la poblacin mundial, aporta el 8.9% del PIB global y el 4.4% de las exportaciones totales de bienes y servicios. En trminos del vnculo entre desarrollo y medio ambiente, vale recordar ante todo la abundante dotacin de recursos naturales de la regin, que cuenta entre otras cosas con 23% de la tierra potencialmente arable, 31% del agua utilizable, 23% de los bosques, 40% de las especies animales y vegetales, 20% del potencial de generacin de energa renovable bajo la forma de hidroelectricidad y una parte significativa de las reservas mundiales de minerales. Sin embargo, la materializacin de estrategias efectivas de desarrollo sostenible enfrenta serios retos para la regin. Desde comienzos de los aos 80, a los efectos ecolgicos negativos de la crisis se aadi el impacto sumamente nocivo de los programas de ajuste impuestos por las instituciones monetarias y financieras internacionales a los pases deudores. Por un lado, el proceso de ajuste socioeconmico se ha traducido en un severo recorte de los presupuestos ambientales, con la consecuente reduccin de las actividades fiscalizadoras; postergacin, redimensionamiento o cancelacin de obras con fines ambientales; reduccin al mnimo de los estudios de impacto ambiental, entre otras implicaciones adversas. Adicionalmente, el esfuerzo exportador llevado a cabo por los pases deudores bajo las condiciones del ajuste ha provocado una notable presin sobre ciertos productos de exportacin, con un elevado costo ambiental. As, por ejemplo, ms del 80% de las reservas comercializables de pescado en Atlntico sudoccidental y el 40% de las del Pacfico sudoriental estn explotadas, sobreexplotadas o agotadas. Por otro lado, en la medida en que los programas de ajuste han agudizado las condiciones de pobreza de amplias mayoras de la poblacin latinoamericana, tambin han contribuido, por esta va, a reforzar el deterioro ecolgico en la regin. Cabe recordar, por ejemplo, que 23% de la poblacin latinoamericana no tiene acceso al agua potable y 29% carece de servicios de saneamiento, lo que revela el alto grado de vulnerabilidad de los sectores ms pobres de la poblacin ante la contaminacin de las aguas; que es una de las causas fundamentales de la transmisin de diversas enfermedades como las diarreas, la disentera y la hepatitis. Entre los principales problemas ambientales que padece la regin en la actualidad se hallan la erosin, salinizacin y reduccin de la capacidad productiva de los suelos; la deforestacin; prdida de la diversidad biolgica; la contaminacin atmosfrica, marina y de las vas fluviales; as como la contaminacin provocada por desechos urbanos y residuos peligrosos. Con relacin a la erosin de los suelos, resulta preocupante que en una regin en que la mayora de los pases basan sus economas en la agricultura y en la agroindustria, ms 300 millones de hectreas (ms del 10% del territorio regional) estn sometidas a procesos de erosin de moderada a muy grave (PNUD, 1998 y CEPAL, 2000a). Este problema se explica, en gran medida, por el sistema de tenencia de la tierra imperante en la regin, donde el 10% de la poblacin controla ms del 90% de la tierra cultivable, lo que conduce a la subutilizacin de unas reas y a la sobreexplotacin de otras. En la mayor parte de los casos, la erosin de los suelos se asocia a los efectos de la deforestacin, el sobrepastoreo, y en menor grado a la degradacin qumica. Una parte significativa del deterioro ambiental y de la alteracin de los ecosistemas en Amrica Latina se explica por los efectos de la llamada "revolucin verde", emprendida en el sector agrcola despus de la Segunda Guerra Mundial, con una fuerte participacin del capital transnacional. Adems de la creciente artificializacin de los ecosistemas, este proceso aceler la emigracin de campesinos hacia zonas urbanas, con implicaciones ambientales adversas. Como se expres antes, la erosin y la reduccin de la capacidad productiva de los suelos estn estrechamente vinculados a la deforestacin, y se han agudizado por la ampliacin de la frontera agrcola hacia zonas ecolgicamente frgiles. En cuanto a la deforestacin, Amrica Latina y el Caribe, que posee el 57% de los bosques tropicales del mundo, ha registrado una de las ms altas tasas de deforestacin entre las regiones subdesarrolladas en los ltimos 20 aos, a un ritmo de unos 7 millones de hectreas, que duplica la dinmica de la deforestacin en la regin del Sudeste de Asia y el Pacfico (PNUD, 1998). Las reas que presentan mayor grado de prdida de bosques por este concepto son la Cuenca del Amazonas y Argentina, si se analizan las cifras absolutas, y ciertos pases de Centroamrica y el Caribe (Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Santa Luca), si se revisan las afectaciones relativas a las dotaciones de bosques de cada pas. La deforestacin en estos pases ha sido acelerada por diversas razones como: nuevas colonizaciones para fines agrcolas o pecuarios; la extraccin de madera con propsitos comerciales; el empleo ineficiente de combustibles tradicionales de la biomasa como la lea y el carbn vegetal; los incendios forestales; la construccin de nuevas redes de carreteras; y los incentivos establecidos en ciertas polticas econmicas que fomentan actividades nocivas para el medio ambiente. En lo referido a la diversidad biolgica de Amrica Latina, la regin cuenta con la mayor riqueza de biodiversidad del mundo, concentrada sobre todo en la zona del trpico. Una de las principales preocupaciones en este sentido es la creciente prdida de especies, muchas de las cuales an no han sido debidamente estudiadas. Para amplios sectores de la poblacin, incluidas diversas comunidades indgenas, la prdida de la biodiversidad se ha traducido afectaciones de sus medios de produccin, de sus medios de vida, de sus fuentes de energa y de sus fuentes de medicamentos. En el espacio urbano, adems del crecimiento de reas marginales y de la contaminacin hdrica, se destacan la contaminacin atmosfrica y la provocada por la basura y los residuos peligrosos. Las causas principales de la contaminacin atmosfrica, se asocian al rpido crecimiento del parque automotriz, el incremento de la actividad industrial, el aumento de la produccin energtica, entre otras. Algunas de las ciudades latinoamericanas que presentan ndices ms elevados de contaminacin atmosfrica son Ciudad de Mxico, Sao Pablo y Santiago de Chile. Una parte significativa de la contaminacin atmosfrica se atribuye al sector energtico, que mantiene una elevada dependencia de la produccin y consumo de combustibles fsiles, especialmente petrleo, y bajos niveles de eficiencia energtica. En el presente, los combustibles fsiles (petrleo, carbn y gas natural) representan alrededor del 90% del balance de energa comercial de la regin; y las emisiones per cpita de CO2 alcanzan un nivel de 2.6 toneladas mtricas anuales. En estos pases no se han llevado a cabo, de forma generalizada, polticas coherentes dirigidas al uso eficiente de los energticos, debido fundamentalmente a las limitaciones financieras y tecnolgicas que enfrenta la regin. Entre 1972 y 1990 ms del 90% del financiamiento energtico proveniente de las agencias multilaterales y bilaterales de desarrollo se destin a proyectos de generacin energtica en gran escala y slo un 1% a proyectos vinculados con el mejoramiento de la eficiencia energtica (CEPAL, 1991: 86). Segn estimados para los ltimos aos, la expansin y modernizacin del sector energtico regional requerira unos 20 mil millones de dlares anuales en inversiones. En este contexto, los sectores mayoritarios de la poblacin rural y urbana de bajos ingresos no tienen acceso a los servicios energticos bsicos con la calidad requerida. La lea, cuya utilizacin ineficiente tiene efectos sumamente nocivos para la salud, la economa y el medio ambiente, contina ocupando el primer lugar en la estructura del consumo energtico residencial de Amrica Latina, sobre todo en las reas ms pobres como Centroamrica. Aproximadamente, el 60% de la poblacin de la regin depende de la lea y el carbn vegetal como combustibles domsticos; y en general, los combustibles tradicionales de la biomasa aportan ms del 40% de los requerimientos energticos totales de los pases ms pobres del rea, como Nicaragua (43%), El Salvador (44%), Honduras (50%), Paraguay (51%), Guatemala (61%), y Hait (87%), segn datos de Naciones Unidas (PNUD, 1999: 202-204). En Amrica Latina mueren cada ao unas 406 mil personas al ao por problemas de contaminacin del aire, de las cuales ms de 70% son vctimas de la contaminacin del aire dentro de sus hogares, debido en gran medida a la utilizacin de combustibles tradicionales (PNUD, 1998: 70). Si bien los principales responsables de la contaminacin atmosfrica global son los pases industrializados, los pases subdesarrollados, incluidos los latinoamericanos y caribeos, podran verse severamente afectados por las consecuencias derivadas de fenmenos tales como el "efecto invernadero" o calentamiento global. As, por ejemplo, los Estados insulares del Caribe y otros pases de Amrica Latina que tienen costas bajas contaran entre los ms perjudicados por las implicaciones del efecto invernadero, en lo relativo a la elevacin previsible del nivel del mar en el prximo siglo y a la mayor probabilidad de que se produzcan huracanes, ciclones y tormentas tropicales, entre otros efectos negativos. De hecho, ya han comenzado a sentirse algunas de estas consecuencias adversas; se especula que la seria afectacin de los arrecifes coralinos conocida como "blanqueamiento de los corales" est asociada a la elevacin de las temperaturas del ocano provocadas por el calentamiento global. Estos problemas ambientales estn teniendo un elevado costo socioeconmico para los pases de la regin, particularmente en sectores estratgicos como el turismo, la pesca y la agricultura, entre otros. Entre los factores de vulnerabilidad socioeconmica y ambiental de muchos de los pases latinoamericanos y caribeos se encuentran la propensin a los desastres naturales (fenmenos atmosfricos, inundaciones fluviales, terremotos, erupciones volcnicas, etc.) y la baja capacidad de respuesta de sus economas para recuperarse de estas situaciones. En este sentido, el ltimo episodio de la corriente de El Nio, que comenz en 1997, provoc fuertes sequas e inundaciones, y en general tuvo implicaciones muy negativas para la agricultura, la pesca y la infraestructura de varios pases. Las prdidas totales por este concepto se estiman en unos 15 mil millones de dlares, de los cuales el 50% correspondi a cinco pases andinos (Bolivia, Colombia, Ecuador, Per y Venezuela). Por otra parte, Centroamrica y el Caribe sufrieron serios daos materiales y humanos, derivados de dos fuertes huracanes (Georges y Mitch). Dada la magnitud de los daos registrados y los requerimientos de la reconstruccin, el impacto de estos fenmenos atmosfricos se dejarn sentir incluso a mediano plazo. Las prdidas materiales totales ocasionadas por el huracn Mitch, segn estimaciones de la CEPAL, ascendieron a unos 7 mil millones de dlares (CEPAL, 1998a). Acerca de la contaminacin provocada por la basura y los residuos peligrosos, resultan particularmente preocupantes, adems de los problemas de manejo local de los desechos urbanos e industriales, los efectos del movimiento transfronterizo de residuos peligrosos hacia la regin, mxime si se tiene en cuenta la carencia de sistemas de control y de evaluacin de impactos derivados de este trfico. Entre 1989 y 1994 se registraron 148 envos de desechos peligrosos desde pases desarrollados hacia pases latinoamericanos y caribeos, muchas veces utilizando como argumento la utilizacin de los residuos como "materias primas" o "material reciclable" en los pases de destino (Clapp, 1994). Sobre el vnculo entre poblacin y medio ambiente, algunos autores consideran que Amrica Latina ha entrado en una fase de "transicin demogrfica", dado que la tasa de crecimiento demogrfico anual para la regin se sita en torno al 1,7% en 1993-2000, frente a 2,3% en 1960-93. No obstante, la dinmica poblacional de la regin contina generando fuertes presiones en trminos de requerimientos adicionales de alimentos, agua potable y recursos naturales. En los pases industrializados, la tasa de crecimiento poblacional anual pas de 0,8% en 1960-93 a 0,4% en 1993-2000; de tal forma que si se mantienen las tendencias actuales la poblacin latinoamericana y caribea se duplicara en el ao 2034, es decir, 129 aos antes que en los pases desarrollados (PNUD, 1996 y 1999). En lo referente a la relacin entre comercio y medio ambiente, Latinoamrica registra una elevada dependencia de las actividades primarias y de los sectores de transformacin y de servicios que utilizan recursos naturales de forma intensiva. Durante los ltimos aos los productos bsicos han llegado ha representar ms del 50% de los ingresos por exportacin latinoamericanos. Entre los principales productos bsicos que exporta la regin se encuentran: petrleo y derivados, caf, cobre, harina de semillas oleaginosas, mineral de hierro, soja, trigo, maz, pltanos, azcar, algodn, carne de ganado vacuno, moluscos, crustceos, y otros productos del mar. Esta elevada dependencia de los productos bsicos se ha reforzado durante las ltimas dos dcadas, de tal forma que la estructura exportadora de la regin es ms vulnerable en la actualidad que hace 20 aos (ver CEPAL, 2000a: 59-62). Amplios sectores de la poblacin latinoamericana y caribea, que viven en condiciones de pobreza, no tienen otra alternativa que depredar el medio ambiente para intentar sobrevivir y, como se trata de economas subdesarrolladas y altamente dependientes de las exportaciones de productos bsicos, al erosionarse el medio se afectan sensiblemente las principales fuentes de ingresos exportables. En 1998, por ejemplo, se registr un notable esfuerzo exportador en la regin, an a expensas de mayores presiones sobre el patrimonio ambiental de estos pases; como respuesta a la crisis financiera internacional. Sin embargo, el significativo incremento del volumen exportado en casi 8% result insuficiente ante la cada del valor unitario de los productos de exportacin en alrededor de un 9%; de modo que el valor total de las exportaciones regionales cay en 1.2% al cierre de ese ao. Como se ha explicado, al deteriorarse el medio ambiente se afectan directamente las fuentes bsicas de las transformaciones socioeconmicas de los pases de la regin: los recursos naturales. En estas condiciones, una reinsercin de Amrica en los mercados mundiales no debe basarse en un esfuerzo exportador y una promocin de inversiones extranjeras que descansen en la explotacin a toda costa y la subvaloracin del patrimonio natural de la regin. Segn la CEPAL, Amrica Latina ya entr en la etapa en que una explotacin indiscriminada y abusiva de los recursos existentes significara un freno para el desarrollo. Los pases latinoamericanos al igual que el resto de los pases subdesarrollados se han visto severamente afectados por las barreras comerciales internacionales, sobre todo las impuestas por estados industrializados, que frenan el libre acceso a las llamadas tecnologas ambientalmente idneas. Ante las severas restricciones econmicas, comerciales y financieras que ha enfrentado Amrica Latina en las ltimas dcadas, las preocupaciones en relacin con el financiamiento para el desarrollo sostenible ocupan un lugar central en la agenda socioeconmica regional. Segn clculos preliminares de la CEPAL, los requerimientos de la regin en este sentido son del orden de los 10 mil millones de dlares anuales (CEPAL, 1991: 109), pero en la prctica los flujos de recursos para estos fines han sido extremadamente limitados. Una de las frmulas ensayadas desde mediados de los aos 80 para financiar ciertos proyectos de corte ambiental ha sido el "canje de deudas por naturaleza", tomando como referencia las cotizaciones de los ttulos de deuda externa en los mercados secundarios. La aplicacin de este mecanismo ha sido muy limitada, debido en gran medida a los peligros que entraa en trminos de potencial inflacionario, posibles lmites a la soberana del pas deudor, ausencia de una adecuada consideracin de las prioridades socioeconmicas y ambientales de las naciones subdesarrolladas, entre otras razones. Hasta comienzos de la presente dcada -perodo de mayor auge de este mecanismo- se haban canjeado deudas latinoamericanas por un monto nominal de ms de 90 millones de dlares, correspondientes a pases como Costa Rica, Ecuador, Bolivia y Repblica Dominicana, Guatemala, Jamaica y Mxico; lo que representaba alrededor del 93% del total de deudas canjeadas por naturaleza en los pases subdesarrollados (WRI, 1992). Como puede apreciarse, tambin en trminos cuantitativos el alcance de estas frmulas ha sido pobre, y en sentido general muchas de las expectativas creadas con relacin a las "bondades" de este mecanismo se han disipado con el tiempo. Dadas sus limitaciones cuantitativas y cualitativas, este mecanismo est lejos de ser el instrumento idneo para vincular la solucin del problema de la deuda externa con los esfuerzos para enfrentar los problemas ambientales de los pases subdesarrollados; por lo que ha dejado de ser una opcin atractiva para estos pases. Algunas propuestas de financiamiento para proyectos ambientales, que han ganado fuerza gradualmente a nivel internacional en los ltimos aos, son distintas modalidades de mecanismos de mercado, que suponen el logro de arreglos entre varios pases para conjuntamente dar cumplimiento a compromisos internacionales de reduccin de contaminacin, a partir de criterios econmicos. Sobre esa base, las medidas de mitigacin de la contaminacin (ej. medidas para reducir emisiones de CO2 en los marcos de la Convencin Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climtico) se tomaran primero en aquellos pases donde los costos marginales de mitigacin sean menores, es decir, en los pases subdesarrollados. Si bien bajo estos esquemas los inversionistas de pases desarrollados cubriran en lo esencial los costos de la inversin en los pases subdesarrollados, este mecanismo entraa, entre otras cosas, el riesgo potencial (sobre todo en ausencia de un monitoreo adecuado del proceso) de que los pases industrializados eludan el cumplimiento de sus compromisos de reduccin de la contaminacin en sus propios territorios, lo que postergara la adopcin en estos pases de transformaciones sustanciales dirigidas a modificar los actuales patrones de produccin y consumo insostenibles. Como antecedente de los mecanismos de mercado propuestos, han sido promovidas las llamadas "actividades aplicadas conjuntamente". A mediados de 1999 el nmero de proyectos de esta naturaleza aceptados, aprobados o endosados por los respectivos gobiernos ascenda a 133, de los cuales unos 27 estaban ubicados en Latinoamrica y el Caribe (JIQ, 1999). En sentido general, el deterioro ambiental que afecta a la regin se explica en gran medida por la combinacin de diversos factores internos y externos, entre los que cabe mencionar el proceso histrico de descapitalizacin y erosin de los recursos naturales resultante de las relaciones de subordinacin y dependencia de estos pases con relacin al Norte industrializado; el alto costo ambiental de los patrones de produccin y consumo dilapidador de las lites en los pases latinoamericanos; y la accin de sectores mayoritarios de la poblacin que, agobiados por la situacin de pobreza, tienden a depredar el medio y a utilizar de forma intensiva los recursos naturales para meramente sobrevivir. Esta situacin de deterioro ambiental se ha reforzado durante las ltimas dos dcadas, debido al predominio de prcticas comerciales insostenibles -tanto a escala regional como internacional-, en un contexto marcado por la aplicacin del modelo neoliberal en Amrica Latina